Vivo con miedo a que Paolo Vasile compre Twitter y me lo cambie por un 24h sobre Belén Esteban.
Una de estas películas que "tengo que ver", "tengo que ver" y tu fuerza de voluntad sólo alcanza fragmentos en Youtube que alienten un poco más tus ganas. Al fin lo conseguí; me alegro de no haberla visto antes.
Ni soy habitual de las películas antiguas ni suelen gustarme si son de producción no patria. Eso sí, como a la fuerza ahorcan, eché un ojo a la primera de la interminable lista de must que tengo entre manos. Ninotchka. Greta Garbo. Bueno, al menos el nombre de la moza me sonaba, qué menos.
Se llaman SkyRider y tienen una separación de... ¡tachán! 58 centímetros entre butaca y butaca. En primer lugar, no sé si se habrán dado cuenta de que 58 centímetros no es una anchura en la que pueda caber todo el mundo. En segundo lugar, el hecho de estar sentado al modo cowboy durante más de... 5 minutos, no me parece una idea cómoda ni divertida. Según los creadores, la compañía italiana AvionInterios, los vaqueros montan ocho horas sobre sus caballos y aún así se sienten cómodos.
Solicitando donaciones por la descarga, había llegado hasta el momento hasta los 7.500 € en un año. No obstante, todavía no era lo suficiente para pagar el crédito. Sin embargo, el día 3 de diciembre la cinta se exhibió en la televisión pública sueca por lo que le pagaron otros 7.500 € - ¡deuda saldada! -, bastante menos de lo que se paga por una película con copyright tradicional.(Del lat. nimĭus, excesivo, abundante, sentido que se mantiene en español; pero fue también mal interpretada la palabra, y recibió acepciones de significado contrario).
1. adj. Dicho generalmente de algo no material: Insignificante, sin importancia.
2. adj. Dicho generalmente de algo no material: Excesivo, exagerado.
3. adj. Prolijo, minucioso, escrupuloso.
Bajo este título en realidad se esconde un anuncio de tipex y una experiencia en Youtube que puede abrir nuevas puertas a la hora de explotar dicha página.
Una mezcla entre fábula, el poder del color, el humor de los Monty Python y las películas mudas. Todo bien juntito, con un guión igual de imposible se traduce en... ¡tachán! Una película muy divertida, de esas que te alegra el día - a pesar de un argumento un poco crudo.
Hasta ahora pensaba que los japoneses eran los únicos con un sentido del humor "rarito". Tras esta peli, los irlandeses acaban de entrar en este ranking.@nerdgirl90
determinar la trascendencia de un evento en función de si es o no trending topic #web2.0
Pues... para qué mentirnos, me esperaba más. Tal vez porque de las pelis que te hablan, las que te recomiendas o esperas una auténtica castaña (si la recomendación es de un profe de facultad) o esperas una obra maestra (si el mundo entero te insta a que la veas).
Un título horrible para una película preciosa.
A todo el mundo parece gustarle esta película... a mí no. Y es que hay cosas que me fallan:
Tras mis desencuentros con el cine de la zona - la última peli tailandesa que empecé me pareció un suplicio muy comparable al de La naranja mecánica - le di una oportunidad a este musical: los musicales siempre molan.
Neófita en Kim Ki-duk (me desvirgué en su día con Bip-jip), el poco contacto me había dejado un buen sabor de boca así que, ¿por qué no? Quiero decir, un argumento de "colegialas-prostituta", un título sugerente y un cartel con una monja seduce a cualquiera.
And over, and over again. En eso se puede resumir la película - que bien podría haber sido un corto. Resumo: dos niños (bueno, un niño y un hijo de la grandísima...), mucha miseria y un martilleo constante de crueldades durante más de hora y media.
En una palabra: charming.
No hay nada que decir salvo: ¿por qué todas las películas brasileñas me parecen iguales?
Resulta que en la Universidad de Hokkaido se dedicaron a poner copos de avena simulando los lugares con mayor acumulación urbana del área metropolitana de Tokio - que, como puede verse en la imagen de la izquierda es unas tres veces las zonas metropolitanas de Madrid y Barcelona juntas.
